Semillas

La cannabis sativa es una planta originaria de Asia Central que se cultiva desde el Neolítico y es considerada sagrada para muchos pueblos hindúes. Perteneciente a la familia de los cannabáceos, las semillas de variedades autorizadas por la Unión Europea por su bajo contenido de cannabinoides representan un alimento natural rico en propiedades beneficiosas. Caracterizadas por un delicado sabor a nuez, estas semillas se pueden agregar como guarnición o ingrediente para ensaladas, ensaladas de frutas, batidos, cremas de verduras o con el muësli. Además, también son perfectas para decorar postres, preparar pan, palitos de pan y otros productos horneados.

Obtenidas de la planta de Salvia Hispanica que crece en forma silvestre en México y en las regiones andinas, las semillas de chía se utilizan ampliamente en América Central y del Sur, donde ya se conocían en la época de las civilizaciones precolombinas. Muy pequeñas, crujientes y con un sabor bastante neutro, las semillas de chía se pueden comer para desayunar agregadas al muësli y a batidos de frutas y/o vegetales. También se pueden usar como ingrediente para la preparación casera de pan integral, como condimento para ensaladas, o como elemento decorativo y nutritivo en canapés con paté o salsas de verduras frescas.

Esta planta perteneciente a la familia de las asteráceas (Asteraceae) fue domesticada alrededor del año 1000 a.C. por los indios del norte de México. Las semillas de girasol peladas se utilizan en la cocina para múltiples propósitos: levemente tostadas y – si lo preferís – saladas, son perfectas como snack saludable o para agregarse al muesli. Además, se pueden usar para la preparación de pesto o productos para untar y son una excelente guarnición para ensaladas de verdura fresca o de arroz y otros cereales, sopas o cremas. Por último, pueden integrarse a los ingredientes del pan casero y otros productos horneados, como galletas o palitos de pan.

Planta herbácea anual de la familia Linaceae, el lino se caracteriza por hermosas flores azules muy delicadas, mientras que los frutos son cápsulas que contienen semillas pequeñas. Cultivado desde los albores de la civilización, especialmente para producir tejidos, el lino se identificó en la antigüedad como una planta con un gran poder curativo, en particular por las propiedades emolientes y protectoras de las semillas. Una de las peculiaridades de las semillas de lino la presencia de mucílagos, hidratos de carbono complejos que desempeñan una acción calmante en los tejidos del intestino, estimulando la motilidad debido a su capacidad para absorber agua e hincharse.

El sabor de las semillas de lino es muy neutro y delicado. En la cocina pueden usarse tal como son o triturarse con mortero y maja y, al igual que la mayoría de las semillas oleaginosas, son perfectas para enriquecer ensaladas, sopas, muësli o masa de pan casera. Las semillas de lino marrón son excelentes juntas con otros ingredientes para el té carminativo o laxante. Además, gracias a sus características particulares, a menudo se utilizan también en cosméticos y cuidado del cabello.

Las semillas de amapola son particularmente comunes en Europa, India –especialmente en Moghul y Bengal, donde a menudo se usan en salsas y condimentos – y en Japón donde las semillas molidas son entre los ingredientes del Shichimi togarashi. En nuestra cocina local, son excelentes especialmente como ingrediente adicional y decorativo en la preparación casera de pan, galletas y pasteles, y se encuentran entre los ingredientes típicos que se utilizan a menudo en strudel, bagels y pretzels. Sin embargo, también pueden enriquecer el muësli para el desayuno, batidos, cous cous, ensaladas de bulgur y arroz o servir como guarnición para cremas y sopas.

En la cocina, las semillas de sésamo son un elemento muy versátil y con mil usos. El sésamo es el ingrediente principal para la preparación de la salsa tahina, un condimento de Oriente Medio tradicionalmente utilizado para acompañar falafel, y también para el Gomasio, excelente alternativa de la tradición japonesa a la sal de cocina. Además, es posible agregarlo a las ensaladas o sopas de verano y es perfecto para incorporarse a las masas de pan, palitos de pan y galletas o al pan rallado para gratinar las verduras. Por fin, el sésamo se puede utilizar incluso para preparar postres, junto con la miel.

Planta herbácea anual de la familia de las pedaliáceas (Pedaliaceae), cultivada ya desde 5000 años en el subcontinente indio, el sésamo, además de utilizarse con fines medicinales, cosméticos y religiosos, es un alimento que encuentra espacio en muchas recetas. Gracias a la alta presencia de calcio, las semillas de sésamo son beneficiosas para los huesos, ya que se consideran suplementos naturales de este elemento. También, poseen fuertes propiedades antioxidantes gracias a su contenido de ácido fítico y lignanos.